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Pibe Trosko
¡Habemus Papam! Fui manejando hasta el Vaticano y ni bien me bajé del auto un pibe se me acercó para decirme “¿Se lo cuido, jefe?” ... Ahí ya empecé a dudar. Caminé un par de metros por la Plaza San Pedro y vi que los vendedores ambulantes de postales estaban luchando contra la policía para no ser desalojados. Raro. ¿Y las santerías? No me vas a creer, vendían estatuillas de San Cayetano, San Martín, San Expedito, el Gauchito Gil, San Lorenzo y Racing. Te digo más, justo al costado de la entrada había una suerte de garage que me llamó poderosamente la atención por dos motivos: 1-El póster de Jimena Capristo. 2-El cartel pegado en el vidrio trasero del PapaMovil que decía “Joya nunca taxi”. Yo nunca había ido al Vaticano, pero me lo imaginaba distinto. No te digo que como en las películas, pero que se yo, el grafitti de “Banfield capo del sur” que había en la puerta de la Capilla Sixtina me dejó perplejo. Toda la liturgia que rodea a los creyentes siempre me resultó atractiva, así que aproveché que estaba en la Santa Sede y me metí a ver una misa. Yo, como un boludo, pensé que me iba a encontrar con un cura dándole hostias y vino a los fieles. Mansa sorpresa me llevé cuando me acerqué y recibí un vaso de Fernet y un alfajor Guaymayén. No solo eso, sino que el Obispo terminó la misa despojado de cualquier solemnidad, diciendo “Brasilero, Brasilero, qué amargado se te ve. Nuestro señor es más grande, es más grande que Pelé.” ¿Y los techos de oro? Yo quería ver los techos de oro, siempre tuve fetiche con eso. Pero no, resulta que habían vendido los techos de oro por “voluntad de Dios”. Pero la puta madre loco, ¿qué carajo está pasando? Basta chabón, me cansé. Yo lo quiero ver al Papa, me vine hasta acá, por lo menos exijo que me atienda. Le pregunté a un cura, santo, no se qué era, pero estaba ahí con una túnica. “Oime macho, ¿dónde está el Papa?” . -“Siente el aroma de Dios y llegarás a encontrarlo” - me dijo. No se si Dios, pero había un olorcito a asado que me guió por unos jardines místicos hasta llegar a un quinchito que había escondido por ahí. Me tomé el atrevimiento de pasar y cuando entro veo que está el Papa (te lo juro, era él) con toda su banda de Obispos, comiendo choripán y mirando el partido de Boca-San Lorenzo. Ahí me cayó la ficha camaradas: El Papa es Argentino. En tu cara, Kelper. Amén.
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Mate, biscochos, milanesas, y empanadas para todos. El papa es Argentino!
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Alguien, no voy a decir el nombre, escribió "Bergoglio es papá", no es lo mismo que decir que es "Papa" por favor! Respeto!
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Ultimo momento!! Ya se estan imprimiendo remeras con la leyenda: EL VATICANO MIENTE!!!! *****************************************************
Un papa y una reina argentinos. Cuántas más instituciones retrógradas podemos ocupar ?
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